viernes, 15 de agosto de 2014

Identidad

Identidad

 
Pescadores garífunas
A pesar de haber pasado a formar parte de la Republica de Honduras los isleños, por mucho tiempo no se consideraron hondureños.Se dio "una continua resistencia entre los isleños y los continentales.
"Durante el breve gobierno de Victoriano Castellanos Cortés en 1862, se expresan las primeras preocupaciones sobre la falta de vinculación y sentimientos a la nacionalidad hondureña de los habitantes de Las Islas. En la administración de José María Medina al decretarse la ley de inmigración en 1866, y declarar Puerto la cabecera de Roatán... las relaciones con los isleños empezaron a ser más cercanas.
Sin embargo, "los abusos de los gobernadores políticos en aplicar impuestos, organizar milicias y el desconocimiento de la lengua inglesa son elementos que contribuyeron a desarrollar un sentimiento antinacional. Un informe del gobernador Federico Gahnem, 8 de abril de 1874, describe las arbitrariedades cometidas por autoridades políticas y militares en nombre del gobierno.
Durante "este período, las islas empiezan a potenciar su comercio de frutas (banano-cocos) con Nueva Orleans. Los isleños - que tenían prácticamente el monopolio del recién comenzado comercio de fruta - llegó a ser tan próspero que sus exportaciones ascendieron a cerca de US $300,000.00 -. Alrededor de $75 por cabeza de la población  Durante este período de prosperidad, "se mejoraron atracaderos y edificios públicos tal como el de la gobernación política. Y la isla de Roatán se declara Puerto de Deposito el 28 de marzo de 1879.
El gobierno del presidente Marco Aurelio Soto, "hizo de las islas de la Bahía un verdadero departamento de la República, sujeto á sus leyes" y partícipe de todas las mejoras que había establecido la nueva legislación.Asimismo, "eliminó el impuesto territorial que se venía exigiendo a los habitantes por ser ilegal y arbitrario.
Entre 1870-1895 las autoridades locales y los habitantes mandaron manifiestos de protesta contra las autoridades centrales y los firmantes alegaban ser “súbditos británicos”. El 20 de marzo de 1895, los vecinos principales de Roatán, argumentaban:
“Que aunque muchísimos de nosotros hemos nacido bajo la bandera hondureña después de la cesión de las Islas al gobierno de Honduras, sin embargo no reclamamos ninguna otra nacionalidad sino la de nuestros padres que es la británica, como que nunca hemos prestado juramento de fidelidad a ninguna otra nación o estado"

Siglo XX

En el siglo XX, los isleños trataron infructuosamente de revitalizar el comercio del banano con New Orleans
"Para el año de 1902, ya varios ciudadanos de la zona habían sido electos diputados por las Islas de la Bahía en congresos nacionales.Aun así la gente continuaba pensando que eran posesión inglesa". Para facilitar la comunicación con las autoridades nacionales el gobierno nombró un traductor en la Gobernación Política, cuyo cargo se mantuvo hasta 1930.
A principios del Siglo XX, "la situación económica en las Islas era difícil, por cuanto el cultivo del banano, una actividad artesanal, ya no era rentable. Compañías estadounidenses se asentaron en tierra firme para desarrollar el cultivo a gran escala y la ruta comercial de la flota bananera incluía sólo el puerto de La Ceiba y Puerto Cortés. Fueron años difíciles para la vida social y económica de los isleños. Esta situación ahondó el ensimismamiento
Durante la dictadura de Tiburcio Carías Andino en los años 30, muchos isleños negaban ser de nacionalidad hondureña, y continuaban aferrados a sus tradiciones inglesas, practicando la religión protestante y hablando solamente la lengua inglesa". Las quejas y reclamos de los isleños ya no aparecen en la década de 1940, pero el aislamiento con las autoridades centrales es mayor...Los planes de propios y arbitrios de las Alcaldías de Roatán, Utila y Guanaja, hasta hace unas décadas, imponían tarifas a los hondureños no residentes durante su permanencia en esas localidades, igualmente los aranceles a los productos venidos del “continente”.
Las Islas de la Bahía, "por su estructura tipo enclave, se ha sentido desvinculada de las raíces nacionales hondureñas y sus costumbres entrañan el modelo caribeño presente en todas sus actividades. El tipo cultural caribeño choca con el modelo cultural hispánico, haciendo muy difícil las asimilaciones.

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